Qué bonitos estos ratos idiotas con la enana. Se pasa la vida conmigo y, desde que envejece, más que nunca y a todas horas. No sé el tiempo que la tendré conmigo asi que disfruto cada segundo. Aunque reconozco que le hago muchas perrerías. Ummm… claro, de ahí viene el término «perrerías» jaja. Pobre, espero que me quiera por lo menos la mitad de lo que yo la quiero a ella.
behind the sun
9 junio, 2019